Según los antecedentes existentes, es posible determinar que uno integrantes más caracterizados de la Colonia Italiana
de Talcahuano es José Maritano, hijo de Domingo y Luisa Amedeo y que, en la década de los cuarenta del
siglo XX, crea una exitosa empresa dedicada a la fabricación de jabones. También, sobresalen Attila Cozzi, Luis
Macera, Jerónimo Arata, Manuel Crovetto y Fioravanti Anziani.
Manuel Crovetto es uno de los primeros comerciantes de envergadura que detectamos en el puerto de Talcahuano. Este inmigrante
es propietario de una tienda de mercaderías surtidas
. Su fundación data del año 1898, y está destinada a la importación
de zapatos, casimires y sombreros finos; es una tienda exclusiva que comercia sombreros de la acreditada firma G. B.
Borsalino
, originaria de Alessandria, Italia. A la par, ofrece a su refinada clientela los más finos casimires de prestigiosas
marcas inglesas, francesas e italianas. Por los años 20’, el local es dirigido por el experimentado jefe J. B. Maggi.
Hacia el año 1900, Luis Stagno funda un local de venta de abarrotes con una particularidad: cuenta con una sección de
artículos de pesca y sport
. Inclusive posee una sucursal, por la segunda década del siglo XX, el negocio tiene como socios a
Luis Fregonara y José Vallebuona. La mayoría de los artículos que comercia los importan directamente de Inglaterra
y Norteamérica.
TALCAHUANO es un puerto comercial y militar, capital del departamento de su nombre y distante 240 millas del puerto de Valparaíso.
Es una ciudad reducida a causa de la estrechez del plano en que está edificado. Por esta razón las nuevas poblaciones se han delineado en los
cerros y tras la garganta que con el mar forma el cerro del Portón hacia el S.E.
El comercio al por mayor y menos es activísimo y en él se distinguen los establecimientos comerciales italianos, que juegan papel principal en
medio de todo el enjambre propulsor del comercio. El puerto de Talcahuano es la salida obligada de todo artículo de exportación proveniente de
la frontera. La línea férrea de Concepción, al entrar a la ciudad, cruza alguna de sus calles y se detiene en la estación situada a pocos pasos
del muelle de embarque de pasajeros.
Talcahuano es célebre por ser un puerto militar de primer orden, donde hay un gran Dique de Carena, monumental construcción destinada
especialmente a los buques de la Armada de Guerra. Este gran dique está unido al puerto por una línea férrea fiscal, estrictamente reservada.
Rodean a Talcahuano, como una herradura, diversos fuertes destinados a la defensa del puerto. Su artillería es modernísima, de grueso calibre y
de mucho alcance.
A la entrada de la bahía, que es muy basta, está la isla Quiriquina; sus costas son abundantes en mariscos de excepcional desarrollo. Esta isla
está también fortificada con artillería poderosísima y moderna.
Vecina al gran Dique, está la Dársena Militar destinada a los buques de guerra en desarme. En esta Dársena se encuentra el Monitor Huáscar,
tomado a los peruanos en Punta Angamos durante la guerra del 79.
Y en este puerto, la Colonia italiana, como en todas las ciudades de Chile, ha hecho sentir su obra benéfica, ya en el comercio, como en
sociabilidad, industrias y artes. Dicha Colonia representa, en esta ciudad, un importante grupo, quizás el más preponderante del sur de Chile.
Entre sus componentes podemos nombrar a don José Maritano, uno de los más entusiastas y de más figuración entre los italianos residentes.
Socialmente hablando, en Talcahuano la Colonia italiana luce un bien dirigido Club de Water Polo y una Bomba Italiana. Ambas instituciones
llaman poderosamente la atención tanto por la forma como son dirigidas como por el entusiasmo sin límites que demuestran sus asociados en las
distintas actividades que están llamados a cumplir.
En el comercio, un ligero estudio de las líneas que siguen podrá proporcionar al lector un concepto cabal de su alta importancia y de los
beneficios que al movimiento comercial del puerto obsequia tan emprendedora colonia.
La Ilustración, 1921, pág. 166.