Juan Bautista Pastene(1)

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Piloto y marino (1544)

Oriundo de Génova, es enviado por el gobernador del Perú con el propósito de vigilar la probable entrada de barcos franceses por el Estrecho de Magallanes. Después de algunas semanas de navegación recala en la rada de Valparaíso, conduciendo el navío de su propiedad, el San Pedro. A bordo trae gente enganchada por su cuenta y auxilios para Valdivia.(2) Tanto la autoridad limeña como el insigne marino, pretenden realizar un buen negocio con las mercancías y los castellanos que colocan a disposición del conquistador. Los hombres y recursos son bienvenidos, especialmente, cuando los españoles resisten, por casi tres años, los embates de los aguerridos e indómitos nativos, logrando sólo doblegar a la población aborígen asentada en el valle central, pagando un alto precio que significa, entre otros reveses, la reducción a escombros de la villa fundada el 12 de febrero de 1541, bautizada como Santiago del Nuevo Extremo. Más al sur, los asentamientos construidos por los hispanos están expuestos, permanentemente, a los ataques de los naturales que moran más allá de los márgenes del río Biobío.
Pastene, posee una destacada participación en la conquista del Perú, donde presta sus valiosos servicios a Francisco Pizarro, conquistador de aquellas tierras. En Chile sus méritos le significan el nombramiento de Teniente General de la Mar, vale decir, el máximo rango naval.
Pedro de Valdivia, conocedor de su capacidad, le comisiona la exploración de la costa del país. Esta expedición marítima alcanza la latitud 41º sur, es decir, hasta los alrededores del actual río Valdivia. Con posterioridad cumple con la delicada misión de ir al Perú en busca de más hombres, caballos y armas; auxilios que permiten a los castellanos continuar con los ingentes esfuerzos por consolidar la presencia hispana en esta región. Inicia el viaje, en septiembre de 1545 y, después de una infinidad de dificultades provocadas por la situación de guerra civil en que se encuentran los conquistadores del rico Imperio Inca. Regresa en condiciones misérrimas, él y casi una docena de hombres causan gran impresión, pues retornan rendidos por el cansancio y hambrientos. El infatigable y leal marino no consigue finalizar con éxito esta importante comisión.
Tiempo después sus esfuerzos se ven recompensados, cuando el gobernador le concede una encomienda en las fértiles tierras de Puangue, en las cercanías de los caseríos aborígenes de Chiñigue y Melipilla, uno de los últimos reductos incaicos de la región de Pomaire.
La labor de este italiano no termina aquí. En los años siguientes, continúa actuando en acciones guerreras del período de Conquista. Así es como, en 1549 le corresponde dirigir una expedición naval que lleva socorros a los españoles que combaten en pleno corazón del territorio mapuche.
A la muerte de Pedro de Valdivia es nombrado por García Hurtado de Mendoza, Capitán por la Mar. Título equivalente al entregado anteriormente. De esta manera, se aprecia cómo le es ratificada la confianza y reconocido los méritos de que goza. El siguiente paso de este antiguo compañero del conquistador es emprender carrera en el servicio público. Tiene en la actividad política una destacada trayectoria. Ejerce el cargo de regidor del Cabildo de Santiago los años 1548, 1551, 1553, 1557 y 1568; posteriormente, se desempeña como alcalde interino y, el mismo cargo, como titular lo ocupa el año 1564.
Se une en matrimonio con Ginebra de Cejas,(3) hija de Vicencio Pascual. De este enlace nacen cinco hijos: Tomás, Francisco, Pedro, Juan y Ana María. Cada uno, al igual que su ilustre padre, destaca en las distintas actividades que emprenden. Todos –con la obvia excepción de Juan que opta por la vida religiosa-, celebran bodas con vástagos de las familias más conspicuas de la época.
Tomás, el primogénito, siguiendo el ejemplo de su progenitor, ocupa el cargo de regidor del Cabildo de Santiago en 1575. Por su parte, Francisco, se educa en Lima, donde cursa teología y leyes, titulándose de abogado. Es quizás uno de los primeros criollos que logra licenciarse en Leyes. Al formar familia, buscó una esposa más italiana que él; tal fue la hermosa doña Catalina Justiniano, hija del piloto y comerciante Vicencio Pascual y de doña Jerónima Justiniano, la cual era hija del genovés Juan Ambrosio Justiniano(...) .(4)
El capitán Pedro, el menor, tiene una destacada actuación en la guerra de Arauco. Entre sus importantes cargos: corregidor de Villarrica en 1586; años después, ejerce esta misma función en la ciudad de Coquimbo. Residiendo en esta localidad nortina, se casa con una ilustre heredera, María de Aguirre y Matienzo, nieta del gobernador Francisco de Aguirre.
El otro hijo varón, se hace religioso franciscano. Con el nombre de fray Juan, ejerce como guardián del convento de la congregación en la ciudad de Valdivia, así como de otras casas que mantiene la Orden.
Ana María, la única hija, se casa con el militar y político español, Diego de Morales, sin duda el más caracterizado de los encomenderos de aquella ciudad (La Serena) en su época (...).(5)

(1) Una buena biografía de Pastene se encuentra en J.T. Medina. Diccionario Biográfico Colonial de Chile. Santiago, Imprenta Elziriana, 1906. También es interesante el trabajo elaborado por Ettore Lacquaniti. Giovanni Battista Pastene: marino, conquistadore e funcionario pubblico. Valparaíso, Tipografía e Litografía Inglese, 1904.
(2) Juan de D. Ugarte Yávar. Valparaíso. 1536-1910. Recopilación Histórica, Comercial y Social. Valparaíso, Imprenta Minerva, 1910, pág. 89.
(3) Ginebra de Ceja, nacida en Canaria, venida a Chile en 1547 en la nave del que sería su marido. Testó el 20 de julio de 1576. Véase: Juan Guillermo Muñoz Correa. Griegos e italianos en la vitivinicultura chilena temprana. Esta investigación forma parte del proyecto Fondecyt Las viñas y el vino en Chile central, siglos XVI y XVII, N° 1040039. Nosotros hemos accedido a una versión digital en: http://www.palimpsestousach.cl/numero6/3.htm .Consultado el 14 de noviembre de 2010.
(4) Joaquín Santa Cruz. Los Italianos en la Conquista de Chile. Santiago, Imprenta, Litografía y Encuadernación Barcelona, 1902. pág. 9. Véase nota anterior. Allí su autor nos dice que: Lo más probable es que el padre de Catalina Justiniano, sea el tal Vicencio Pascual que llega a Chile en 1548.
(5) Texto citado en nota 3, pág. 10.

Fuente: Carlos Díaz Gallardo. Los Antecedentes: La presencia italiana en Chile, desde la Conquista y hasta mediados del siglo XIX

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