Durante el fragor del combate naval, ocurrido el 21 de Mayo de 1879, el comandante de la plaza general Juan Buendía, faculta –entre otras instituciones–, a la 4ta. Compañía de bomberos Ausonia para recoger los muertos y auxiliar los heridos. Distinguidos comerciantes italianos cooperan efectuando labores humanitarias. Es el caso, de José Gustavino, propietario de botes –utilizados para trasladar mercaderías desde y hacia los navíos mercantes–, quien conduce los restos mortales del capitán de la corbeta Esmeralda, Arturo Prat, junto con otros marineros caídos en la brega. Le apoyan en estos quehaceres piadosos otros reconocidos integrantes de la comunidad itálica como Domingo Pallavicini y Juan Antognoni –quien, posteriormente, será secretario de la Ausonia–; asimismo, participan en estas tareas, entre otros, José Piccone, José Palmieri y Vitaliano Pergolesi.