Los hermanos José y Domingo Barbaglia el año 1890 abren una fundición.1 Esta
instalaciones se transforma en una de las más importantes. Durante las primeras décadas del siglo XX, la
dirección de la empresa pasa a manos de un hijo de José y con el nombre de Fundición Barbaglia es
vendida a sus coterráneos Américo Simonetti y Ricardo Fossatti. Estos nuevos dueños modernizan
la infraestructura, permitiendo realizar trabajos de tornos, fresas, cepillos, broncería en general,
pulidoras, patina, dorados, plateados, niquelados
.2 Entre los numerosos trabajos
realizados –en los primeros decenios del siglo XX–, se encuentran las puertas de bronce y las ventanas del
Banco Edwards de Valparaíso, y en Santiago, los adornos en bronce de la Biblioteca Nacional y las grandes
lámparas que adornan el hall del Club de la Unión, amén de exportar sus artículos hacia países fronterizos
–Bolivia y Argentina–; en las dependencias de la calle Santa Rosa, trabajan cerca de 120 personas, entre
empleados y obreros.
Origen y desarrollo de la Colonia Italiana en Santiago, 1850-1918.