Mantiene una de las dos fábricas de calzado existentes en Santiago el año 1862. En sus instalaciones elabora zapatos para hombres, mujeres y niños. En 1869, recibe un importante incentivo de parte del Estado consistente en el privilegio exclusivo para internar maquinarias. En torno a 1872, este recinto produce alrededor de 330 pares de zapatos y botas por día, para lo cual emplea 34 personas y un pequeño motor de 2 H.P.
Simultáneamente, este industrial enfrenta con éxito la competencia de productos foráneos, llegando a arruinar
a los importadores de calzado extranjero, empleando para ello un importante contingente de mano de obra femenina
–alrededor de 50 operarias en 1868, y más de 70 en 1874–, más barata. Llega a producir treinta y cinco mil pares de zapatos al año. En 1875, obtiene un importante éxito comercial, al participar en la Exposición Internacional de aquel año y al inaugurar locales para la venta de sus productos en ciudades como Valparaíso, La Serena y Copiapó.(1)
Origen y desarrollo de la Colonia Italiana en Santiago, 1850-1918.