Igualmente, en el curso de 1890, tropezamos con varios peninsulares que llegan al país y,
algún tiempo después, levantan empresas y negocios. Entre ellos está el oriundo de Torino
Juan Ferrero que, al comenzar el siglo XX, establece una fábrica de ladrillos de
composición, tubos de cemento, soleras y piedras artificiales
.1 Para su
elaboración emplea materias primas importadas de Inglaterra y otras regiones; algunas de sus
manufacturas alcanzan distinciones más allá de nuestras fronteras, por ejemplo, en una exposición
celebrada en Roma.
Origen y desarrollo de la Colonia Italiana en Santiago, 1850-1918