En 1885 se avecinda un inquieto empresario que participa en la fundación de un recinto industrial que elabora ácido sulfúrico, oxígeno y la producción de fósforos
.1 Simultáneamente, es socio en la propiedad de una hilandería y una tejeduría, donde se manufacturan telas de algodón y colabora en la constitución de la Compañía de Seguros La Italo-Chilena, entidad de la que es durante varios años presidente. De igual forma, participa en el área financiera desde la vicepresidencia y como accionista del Banco Italiano. En la esfera gremial, efectúa una incansable labor integrando la Cámara Industrial de Chile y la Bolsa Comercial. En el plano societario, la influencia que posee entre los miembros de la colonia es incuestionable, por tanto, no es raro que sea nominado para integrar el comité de bienvenida
que recibe el 10 de mayo de 1922, al general victorioso de Venetto
Enrico Caviglia,
agasajado por la numerosa colectividad italiana residente en el puerto de Valparaíso.2 Colabora en los actos de homenaje al crucero comercial italiano
con motivo del arribo al país del príncipe de Piamonte.
Por último, no podemos dejar de señalar su extraordinario espíritu filantrópico que lo compromete con la donación de un terreno para que se construya un orfanato para niños italianos.
Origen y desarrollo de la Colonia Italiana en Santiago, 1850-1918.