Este destacado profesor y compositor musical es natural de Mantova, llega en 1883.(1) Se educa con el compositor Lucio Campiani. Niño emprende su carrera artística; a los catorce años es maestro de coros y director de orquesta del teatro de su pueblo, donde sirve -por compromiso social- el cargo de profesor de canto y música en varias escuelas públicas. Llega hasta nuestro terruño, contratado como director de coros del Teatro Municipal, función que cumple hasta 1890, con notable diligencia. Paralelamente, practica la docencia en los colegios de San Ignacio y de los Sagrados Corazones. Viviendo en la capital, compone múltiples piezas musicales de carácter religioso, entre las que sobresalen un Ave María, una Gran Misa Fúnebre, un Coro de Gloria, un Salve y un Himno Sacro. Con motivo de la celebración de la Exposición Nacional de 1894, estrena un Himno de la Música,
interpretado en innumerables ocasiones y que significa un acontecimiento en el desarrollo de la música nacional. Con el advenimiento del siglo XX, acuerda con el gobierno ecuatoriano conducir el Conservatorio de Música de Quito. En este país, labora como profesor de piano y canto, amén de regir el plantel. En Agosto 1903 fallece en la ciudad de Quito y, para reemplazarlo, las autoridades convocan a su compatriota que reside en Santiago de Chile, Domingo Brescia.(2)
Origen y desarrollo de la Colonia Italiana en Santiago, 1850-1918