Este florentino pisa nuestro territorio en 1821, con 27 años de edad. Estudia en su juventud arte -presumimos que escultura
				u otro tipo de estudios- a pesar que sus padres pretenden que se convierta en sacerdote. Desembarca en Buenos Aires, y las 
				evidencias indican que allá, conoce a Bernardo O'Higgins, quien le habría prometido dirigir una escuela de dibujo y modelado, 
				que luego los acontecimientos políticos no le permitieron asumir.
   
				En nuestro país se dedica al comercio y en 1823, instala los primeros baños púlicos que tiene la capital, detrás del cerro 
				Santa Lucía.  No obstante, privilegia las actividades empresariales que desarrolla en el puerto y, este aserto, se confirma 
				cuando aparece como propietario del bergantín Levante
. Después adquiere la goleta Terrible
 y el año 1829 compra
				una nueva embarcación la fragata Resolución
 e, inmediatamente, el bergantín Napoleón
. Con este último navío y 
				los demás de su propiedad, participa con otros comerciantes en el tráfico de perlas en la Polinesia, lucrativo negocio que se
				controla desde Valparaíso y cuyo mercado es Europa.
 
				Hacia fines de la década de 1830, está bien posesionado como empresario naviero, porque en sus buques se transportan mercancías
				entre Valparaíso y otros puertos del Pacífico, para llegar hasta América Central.
				El año 1839, construye las primeras bodegas con que cuenta la ciudad, en la quebrada del Almendral que después vende. Por 
				esta época, se embarca al viejo continente y, en Francia, consigue un buen crédito en telas, lo que le permite convertirse en
				importador.
				En 1842 forma la Compañía de Vapores Chilenos y luego erige el Teatro Victoria, inaugurado el 16 de diciembre de 1844, para
				cuyo estreno se ofrece Romeo y Julieta.
  
				Igualmente, dedica parte de sus energías a colaborar con sus compatriotas. Le vemos respaldando facilita su espléndido y 
				hermoso teatro Victoria
 y participando, en 1856 en la fundación del primer organismo societario de los italianos del 
				puerto -iniciativa del médico Vicente Olivieri y el comerciante Pedro Sepp- la Beneficienza Italiana.
    
				Sin abandonar sus actividades empresariales, dedica varios años de su vida a atender el Consulado General de Cerdeña, puesto 
				que asume el 4 de abril de 1851 y cuyo nombramiento termina el año 1857. Sin embargo, debe otorgar poder al Canciller del 
				Consulado en 1854, debido a problemas de salud. La formalización de relaciones diplomáticas y comerciales con el Reino de 
				Cerdeña constituido ese año por esa isla, el Piamonte y poco más,
 se torna una realidad debido al aumento de los 
				negocios entre los súbditos de éste reino y Chile, pese a que los italianos constituían ese año, el menor grupo de 
				europeos en el país.
  
				Deja tres hijos: Aurora, Elisa y Pedro, vástagos que dan origen a una distinguida familia, entre cuyos descendientes está el 
				destacado servidor público José Pedro Alessandri; el caudillo y tribuno popular Arturo Alessandri Palma y, el empresario y
				presidente de la República, Jorge Alessandri Rodríguez; sólo por citar algunos de sus descendientes que tienen figuración 
				durante el desarrollo del siglo XX.
             
				Pedro, fallece el 31 de marzo de 1857.
Origen y desarrollo de la Colonia Italiana en Valparaíso, 1850-1918