Tal como lo hemos narrado, durante el siglo XVI, los hijos de la península itálica llegan con profusión hasta América, por cuanto las potencias europeas, especialmente, España demandan de la maestría marinera y espíritu combativo de genoveses, venecianos y napolitanos.(1) Con el término del proceso de conquista, la corona española deja de demandar pilotos y marineros. Esta es la razón porque durante los siglos XVII (2) y XVIII, (3) hallamos escasos vestigios de residentes en el Reino de Chile. Sin embargo, hacia 1654, localizamos como vecino de Santiago del Nuevo Extremo al genovés Antonio Busquetti (4) y en 1680, fijan residencia en esta misma ciudad, Francisco Escalante y los sicilianos Bernardo Finocho y Juan Honorato Ramos. Al finalizar este siglo, descubrimos al siciliano, Esteban Gris y al natural de la isla de Cerdeña, Domingo Vásquez. (5)
Revista Chilena de Humanidades.Facultad de Filosofía, Humanidades y Educación. Universidad de Chile, Santiago, N° 4, 1983, pág. 81-82.
Los Antecedentes: La presencia italiana en Chile, desde la Conquista y hasta mediados del siglo XIX.