Autores: Alberto Díaz Araya, Rodrigo Ruz Zagal, Luis Galdames Rosas y Alejandro Tapia Tosetti.
Este artículo estudia las políticas administrativas implementadas por el Estado peruano en Arica, generando la activación
de la zona para convertirla en un nodo que articuló los mercados regionales del sur del Perú y Bolivia durante el siglo XIX.
Los autores pertenecen a la Universidad de Tarapacá, Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas, Arica. Chile.
Los lazos de unión y el recuerdo del terruño siempre han sido significativos para los italianos sea cual fuere el lugar
adonde se hayan establecido. Estos vínculos se vieron fortalecidos luego de la unificación de Italia, en un sentimiento de
nacionalidad que se expresaba a través de las conmemoraciones de las festividades y aniversarios por las instituciones que
agruparon a los inmigrantes.
En Tarapacá se participó del duelo nacional en 1878, por el fallecimiento del monarca italiano Víctor Manuel II. Se celebró
el ascenso al trono de su hijo Humberto I, cuyo natalicio en el mes de marzo era ocasión de especiales ceremonias. También
se conmemoraba la muerte del patriota Giuseppe Garibaldi (2 de junio de 1882). En 1900 con motivo del duelo por la
muerte de Humberto I, asesinado en Monza el 29 de junio, se solicitó a la Intendencia poder izar el pabellón italiano a media
asta.
Otras festividades celebradas eran el Día del Estatuto, que conmemoraba la puesta en vigencia de la Constitución de
corte liberal aprobada el 2 de junio de 1848. Así un comunicado de la Real Agencia Consular (1900) dispuso que: ... el
primer domingo de junio Italia celebra la fiesta nacional de los Estatutos, por eso en tan fausto día, esta Real Agencia
Consular tendrá izado su pabellón
. En el mismo documento la Real Agencia Consular solicita el permiso a la Intendencia
para esta conmemoración por parte de la colonia y pide que se enarbole la bandera chilena en el edificio de la Intendencia.
El año 1901 se caracterizó por los numerosos duelos oficiales, con izamiento del pabellón italiano a media asta por la Agencia
Consular y las instituciones sociales. Se recordó el primer aniversario de la trágica muerte de Humberto I, el fallecimiento
de la Reina Victoria de Inglaterra, además de la repentina muerte del representante italiano en Santiago, enviado especial y
Ministro Plenipotenciario, el Vizconde Antonio Greppi, fallecimiento acaecido en octubre de 1901 en la capital. Este
Embajador tuvo una importante trayectoria, al haberse desempeñado como Cónsul en Lima antes de la Guerra del Pacífico. La
Intendencia adhirió al duelo izando la bandera chilena a media asta, lo cual motivó notas de agradecimiento por parte del
Cónsul Zanelli.
Motivo de conmemoración a comienzos del siglo XX es el natalicio de Víctor Manuel III (11 de noviembre) junto al aniversario
de la toma de la ciudad de Roma (20 de septiembre). Luego de la Gran Guerra se conmemorará el día del armisticio, que coincide
con el natalicio del rey. En todas las conmemoraciones se utilizaba la bandera y se oía la marcha Real o la marcha
Garibaldi.
A Iquique llegaban en ciertas ocasiones ilustres visitantes como fue el caso del Príncipe Luis Amadeo de Saboya, duque de los
Abruzzos, que llegó en 1889 como cadete naval, visitando las oficinas salitreras. No aceptó honores por el reciente
fallecimiento de su padre, el ex Rey de España Amadeo de Saboya. Volvería nuevamente en 1896, en el crucero Cristóforo
Colombo
, donde recibió la visita de la Bomba Ausonia y de los más importantes representantes de la colonia. Un
vínculo poderoso con la madre patria, fuera de aquellos que dicen relación con la nación, fue sin duda la llegada de compañías
artísticas que periódicamente arribaban a Iquique y se presentaban en el Teatro Municipal, continuando su gira por Pisagua y
Huara generalmente. Entre ellas debe mencionarse a la Gran Compañía Dramática de Ernesto Novelli, que junto a la de Giovanni Emmanuel,
destacaban entre 1900 y 1910. En este período fue más notable la presencia italiana en Tarapacá, reforzada por las compañías
teatrales y de opera, junto a las primeras producciones del cine, exhibidas por los biógrafos, que mostraban imágenes de Italia,
como las ceremonias pontificias y reales, maniobras militares, vistas de ciudades y actividad económica italiana, lo cual
permitía mantener vivo el recuerdo de la patria entre la colectividad.
La Primera Guerra Mundial sería otra ocasión de vinculación de la colonia italiana con la patria lejana. A partir de 1915
numerosos italianos y descendientes de italianos se alistaron y fueron al frente, rindiendo incluso sus vidas. En 1919, los 21
ítalianos caídos merecieron un homenaje en un folleto publicado en Valparaíso denominado XX Settembre, que publicó fotografías
y datos relevantes de los mártires inmolados en la guerra, coincidiendo con el 49° aniversario de la toma de Roma.
LA GUERRA CON CHILE. Durante la guerra con Chile (1879-1882) muchos italianos se inmolan defendiendo al Perú.
Luigi Zolli murió el 2 de noviembre de 1879 en la captura de Pisagua por los chilenos. Francisco Bolognesi comandó las tropas
peruanas en la batalla de Arica y murió en plena batalla. Domingo Pescetto fue alcalde de Arica ante la invasión de las tropas
chilenas, y se encargó de negociar la rendición de la ciudad sin que fuese destruida. Pedro Luis Storace Merlini murió a bordo
de la lancha Urcos
en un combate frente al Callao el 16 de setiembre de 1880.
Ante la inminente llegada de las tropas chilenas a la capital, los italianos residentes en Lima deciden permanecer en la ciudad.
La defienden como bomberos voluntarios en las compañías anteriormente fundadas por italianos (Roma Nº 2
e Italia
Nº 5
en el Callao y Garibaldi Nº 6
en Chorrillos). Ante el ataque de las tropas chilenas y el incendio del balneario
de Chorrillos el 13 de enero de 1881, los bomberos de la compañía Garibaldi Nº 6 intentan atender las emergencias: 34 de ellos
son asesinados por tropas chilenas. En los días siguientes otros 56 bomberos corren la misma suerte"
A tal punto llegó la falta de recursos (cuenta J. Pérez en el interesante folleto publicado en Lima en 1880 y titulado Arica.
Sus fortificaciones, asalto, defensa y ruina por un testigo y actor) que no hubo dos reales para comprar una vasija en qué
manejar los ácidos
. Bolognesi tuvo, además, dificultades para obtener unas cuantas varas de bayeta con qué abrigar a la
tropa y a los oficiales. Afrontó también con energía y tino aislados casos de deserción e indisciplina que contrastaron con el
espíritu combativo de la inmensa mayoría de los defensores de Arica. Uno de los que le suministró recursos fue el comerciante
italiano Domingo Pescetto, alcalde de la ciudad.
La cuarta parada nos lleva a la Hacienda Savona, cerca del kilómetro 10 del valle. ( se trata del Valle de Azapa y la
denominada ruta de la aceituna
) Se trata de una parcela que combina la historia de las herramientas que se usaba en el
Azapa de los siglos XVIII y XIX, con el ficus más grande de la ciudad -que da varios metros de sombra- y la presencia de olivos
centenarios, que sobreviven y todavía dan frutos. Según contó el guía turístico, esta hacienda se formó luego que la señora
Melchora Corvacho caminaba por esta parcela en el periodo que la malaria azotaba a la ciudad. En un sector del valle había
un alto de cuerpos de trabajadores que habían fallecido a causa de esta enfermedad y que iban a ser quemados. Entre ellos
sobresalía un sujeto alto, blanco y rubio que tenía signos de vida. Lo rescata, lo lleva a su casa y le da curaciones. Se
trataba de don Domingo Pescetto, que provenía del puerto italiano de Savona. Se enamoran, se casan y comienzan a fundar lo que
es esta Hacienda Savona, en honor al puerto de donde venía
, dijo.
“...divisó a un cristiano aferrándose a la poca sombra de una enorme piedra, quejándose. Melchora Bravo desmontó y acomodando la cabeza del infeliz en su regazo pasó un paño por el rostro y, después, en una reacción increíble, levantó al sujeto acomodándolo atravesado sobre las angarillas, endilgándoselas rumbo a la hacienda Savona. Al tercer día, Domingo Pescetto, ciudadano italiano, sanado por las pócimas milagrosas, heredadas por Melchora, vaya a saber uno en qué macumba o trance hipnótico, volvió a la realidad, encontrándose con los ojos más hermosos que jamás antes había visto. Rostro de ébano, dientes blanquísimos y una cabellera ensortijada donde sus dedos se enredaron, tanto como las pocas palabras que malamente modulaba. El matrimonio de Domingo Pescetto con Melchora Bravo entró así a la saga enigmática y poco conocida de la estirpe de los Corvacho, Palza, Zavala, Zegarra, Baluarte y tantos otros que marcaron el trajín azapeño, incrustándose en la pacata sociedad ariqueña de antaño, con gran éxito económico.
Don Amadeo Carbone llegó el 24 de Febrero de 1926 a la ciudad de Arica, era hermano de Rosa y Andrés Carbone Fiori.
Todos ellos son los italianos que darán origen a la familia Carbone identificada con el valle de Azapa...En catorce años
de duro trabajo pude comprar un predio que no tenía nada, ni siquiera un arbolito, hoy con orgullo puedo decir que poseo
cuatro mil olivos y fui el primer exportador de aceite que tuvo esta zona
.
El Hijo Ilustre Aldo Lombardi pertenece a una casta de agricultores del Valle de Azapa, de ascendencia italiana,
oriunda de la región del Piemonte, pero de corazón ariqueño.
En 1952, con su padre Ernesto Lombardi, fundó las Haciendas Piemonte, ubicada a 6 kms., del Valle de Azapa, con el principal
desafío de convertir el desierto en un vergel, utilizando tecnologías innovadoras, lo que –con el tiempo-, logró con
creces.
En la actualidad, el clan Lombardi es el mayor productor de tomates del país, con exportaciones a Estados Unidos, Kuwait,
Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Australia y Nueva Zelandia. También, es uno de los mayores productores de pimiento morrón
y aceitunas. Además, producen aceite de oliva con la marca Lombardi
El italiano Ernesto Lombardi llegó a Chile en 1923 y dedicó su vida al trabajo en la minería de azufre. Con los ingresos que
obtuvo de la venta de una mina de este mineral compró un campo de 36 hectáreas en el valle de Azapa, donde en 1952 comenzó, con
su hijo Aldo, Agrícola Lombardi. Hoy la empresa está en manos de sus nietos Raúl, Piero y Gianfranco. Ellos tienen más de 200
hectáreas fértiles destinadas al cultivo de olivos, tomates y pimientos. Producen 1.500 toneladas de aceitunas al año que las
venden desde Estados Unidos hasta Kuwait, Arabia Saudita y el Líbano.
El grupo de empresas incluye Agromar, fundada en 1996, que elabora productos derivados de las aceitunas como pastas y aceite de
oliva; Agro Piemonte, de insumos agrícolas; Agromac, de maquinaria, y la constructora Piemonte, de obras civiles e hidráulicas.