Pedro Pavone Voglino

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Empresario Vitivinícola (1917)

En 1917 un joven Pedro Pavone Voglino, decidió dejar su tierra natal Rivalta, región de vinos de Piamonte en Italia, para emprender un largo viaje al Nuevo Mundo. Fue su instinto pionero el que lo trajo a Chile permitiéndole conocer las bondades y la belleza del Valle del Maipo.
Encantado con el paisaje de la zona, y sus particulares características para la producción de vinos, decide echar raíces y en 1931 adquiere los terrenos que se convertirían en lo que hoy es Viña Santa Ema.
Por ese entonces comienza con la producción de uvas para vinificación, que por su calidad, serían vendidas a conocidas viñas chilenas.
En la pequeña localidad de Isla de Maipo se casa con Marta Arbea Perrot, con quien forma una familia. En 1956 su hijo mayor, Félix Pavone Arbea, comienza a producir y comercializar vinos embotellados que serían reconocidos por la industria y los con-sumidores hasta hoy, continuando con el negocio de su padre.
Félix Pavone Abea se casa con Catalina Moreno y tienen cuatro hijos: María Cecilia, Félix, Rossana y Pilar, quienes han estado trabajando activamente en la viña desde su juventud.

Fuente: www.vinnova.cl/descargaArchivo.php?file=file_4e0b9036874c4...
Consultado el 11 de octubre de 2012

Pedro Pavone Voglino.
Historia

En 1917 un joven Pedro Pavone Voglino, decidió dejar su tierra natal, región de vinos de Piamonte, Italia, para emprender un largo viaje al Nuevo Mundo. Fue su instinto pionero el que lo trajo a Chile y le permitió conocer posteriormente las bondades y la belleza del Valle del Maipo.
Encantado con el paisaje de la zona y sus particulares características para la producción de vinos, decide echar raíces y en 1931 adquiere los terrenos que se con-vertirían en lo que hoy es Viña Santa Ema. Por ese entonces comienza con la pro-ducción de Uvas para Vinificación, que por su calidad serían vendidas a conocidas viñas chilenas. En la pequeña localidad de Isla de Maipo se casa con Marta Arbea Perrot, con quien forma una familia que hasta el día de hoy vive en Isla de Maipo.
En 1956, Don Pedro junto al mayor de sus hijos, Félix Pavone Arbea, comienzan a producir y comercializar vinos embotellados que serían reconocidos por la industria y los consumidores hasta hoy en día. Don Félix Pavone se convirtió en el continuador de la obra de Don Pedro. Establecido en la casa familiar de Isla de Maipo, se casa con Catalina Moreno y tienen cuatro hijos: María Cecilia, Félix, Rossana y Pilar, que han estado trabajando activamente en la Viña desde su juventud.
A finales de la década del 60 se realiza la compra de un importante viñedo en el Valle del Cachapoal, área de Peumo. Esta zona es particularmente reconocida por sus cepas tintas de alta calidad, como Carignan, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y por supuesto Carmenère.
En 1986 se exportan los primeros vinos, siendo Brasil el primer mercado externo para la Viña. En la actualidad los vinos Santa Ema se exportan a más de 30 países de América, Europa y Asia. Estados Unidos es el principal mercado, donde Santa Ema está consistentemente entre las 10 Viñas Chilenas de mayor venta.
En Chile, Santa Ema ha logrado consolidar una sólida posición al convertirse en una de las Viñas Chilenas con mayor venta en el segmento de Restaurantes, Hoteles y Tiendas Especializadas.
En el año 2003 se inaugura una moderna planta de vinificación, la bodega El Peral. Localizada también en Isla de Maipo, en medio de 50 Hectáreas de viñedos propios, esta bodega cuenta con una capacidad 3,2 millones de Litros, y con la más alta tecnología disponible para la producción de vinos finos. Además de sus altos estándares tecnológicos, el diseño de arquitectura de la Bodega El Peral ha recibido numerosas distinciones y se ha constituido en un hito en la localidad.
A través de los años, Santa Ema ha recibido importantes reconocimientos a nivel nacional e internacional. Es destacable la obtención de numerosas medallas en concursos como el Concours Mundial de Bruxelles y distinciones de prestigiosas Revistas Internacionales del rubro. Entre las más recientes cabe mencionar las de Wine Spectator – Top 20 World’s Finest Value Brand – las de Wine Advocate – 4 vinos con ratings por sobre 90 puntos – y las de Wine & Spirits, Value Winery of the Year.
La distinción más importante para Santa Ema es la preferencia de sus consumidores en todo el mundo, que valoran el oficio de tres generaciones dedicadas a la producción de vinos de calidad, consistentemente.

http://www.santaema.cl/es/historia.php
Consultado el 10 de febrero de 2010.

Viña Santa Ema: Vinos de calidad internacional

En los últimos años se convirtió en una viña familiar que hoy vende tres cuartas partes de su producción en el extranjero, todo gracias a la dedicación, clima y tecnología.

Fue hace ochenta años que Pedro Pavone Voglino emigró desde la región de vinos de Piamonte, en Italia, hacia Chile. ¿Su destino? El valle de Maipo, un lugar donde plantó viñas europeas elegidas con especial cuidado y donde aún tiene 180 hectáreas de viñedos, que con las 40 hectáreas en el valle de Casablanca y las 220 del valle de Cachapoal completan las tierras donde se cultiva la delicada vid que se convertirá en los vinos Santa Ema.
Pero eso sólo ocurrió una vez que don Pedro decidió dar un paso adelante junto a su hijo Félix para producir vinos de alta calidad y decidió dejar atrás dos décadas en que vendía la materia prima a otras viñas. Gracias a ello hoy existe Viña Santa Ema con sus Cabernet Sauvignon, Merlot, Carménère, Cabernet Franc, Syrah, Malbec, Chardonnay y Sauvignon Blanc. Y tomando en cuenta los resultados del año pasado - con una producción cercana a 250.000 cajas y un 233% vendido en el mercado nacional más un 77% en el mercado extranjero- , no se equivocó.

Es así como hoy cuentan con vinos varietales, de reserva y premium, los cuales están compuestos por diferentes variedades para que adquieran una mayor complejidad de aromas y de gusto, además de pasar un largo período en barriles de roble y tiempo necesario para asentar una vez embotellado que le permite desarrollarse y envejecer en un vino suave, delicado y elegante. La excelencia en el resultado depende no sólo de las inmejorables condiciones climáticas de las que gozan sus terrenos, sino del uso de alta tecnología -cuenta con la certificación ISO 9001 e ISO 14001-, como sus tanques de acero 100% inoxidables, que controlan la temperatura y las bombas que permiten supervisar mejor los procesos de fermentación alcohólica y meloláctica, cuando es necesario.
En el caso de los vinos tintos Premium, Hernán Pérez, gerente de ventas Mercado Nacional, explica: Se producen principalmente en el valle del Cachapoal, donde la tierra, el clima, la incorporación de tecnología, y el estricto control de la irrigación y manejo de la canopia crean un ambiente excelente para las plantaciones en pendiente. Lo que se traduce en que la uva recibe mayor exposición solar favoreciendo su maduración, y la influencia costera del Lago Rapel ayuda a desarrollar aromas y sabores de gran intensidad.

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Publicado: Martes, 3 de abril de 2007.

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