Antes de la fundación de la Corporación Casa de Italia, existían dos Corporaciones de carácter social que reunían a
miembros de la colectividad italiana, ellas eran el Circolo Italiano de Valparaíso, fundado el año 1917 y la Casa
degli Italiani de Viña del Mar, fundada en una fecha posterior.
Con el tiempo, estas dos Corporaciones deciden unirse en una sola y aportando sus bienes permiten constituir la Inmobiliaria
Circolo Italiano de Valparaíso (1962). Posteriormente cambió su denominación por Inmobiliaria Casa de Italia S.A. (1969)
propietaria de la sede de Viña del Mar-Calle Alvares 398.
Finalmente, con fecha 9 de julio de 1969 se concede la personalidad jurídica a la Corporación Casa de Italia que funciona
como tal hasta ahora en la sede ya señalada.
El inmueble de calle Álvarez es considerado
un referente de la ciudad desde el propio momento de su construcción a
principios del siglo XX
. Autoridades destacaron la nominación. Noticia ya fue entregada a la colectividad italiana.
Una buena noticia recibió la colectividad italiana en la Región de Valparaíso. Esto, luego que el gobierno aprobara dotar al
edificio de calle Álvarez en Viña del Mar, la condición de Monumento Histórico Nacional, entregándole una protección que impide,
por ejemplo, su demolición ante cualquier venta a terceros.
La decisión, tomada por el pleno del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), da pie a la declaración por decreto que realiza en
ministerio de Educación.
La casona fue construida entre 1914 y 1918 por el empresario Otto Werner Rither, propietario de la fábrica, Bellavista Oveja Tomé,
traspasada posteriormente en 1944 a la familia del comerciante griego Constantino Mustakis.
Es desde ese momento que el lugar cumple temporalmente funciones como consulado griego en Chile, pero a partir de 1966 se convertirá
en la principal sede de la colonia italiana en nuestro país.
Según detallaron desde el Consejo de Monumentos, la presencia de las primeras organizaciones de inmigrantes italianos en la
región data del siglo XIX, pero comienzan a adquirir fisonomía propia a comienzos del siglo XX, con lo cual ya en la segunda década
del siglo pasado se constataban 14 instituciones disgregadas entre Viña del Mar y Valparaíso de las cuales fueron precursores el
Circolo de Valparaíso fundado en 1917 y en una fecha posterior la Casa Degli Italiani, ambas el origen de la Casa D’Italia
.
Con los años, la Casa D’Italia se convirtió en un testimonio material de la presencia italiana en la zona y que tuvo el logro de
reunir diversas instituciones, entre ellas el consulado italiano; el círculo deportivo que contó con cancha de bochas, piscina,
rama de atletismo y ciclismo; la sociedad Canottieri Italiana; el círculo de profesionales de origen italiano y la sociedad cultural
Dante Alighieri; y, por un tiempo, el Comité de italianos en el extranjero, Comites.
Según detallaron desde el Consejo de Monumentos, la construcción, en términos arquitectónicos, corresponde más bien a un ejemplo
de diseño historicista y ecléctico, con detalles románicos y neogóticos que se ha convertido para la ciudad en un testigo de su
desarrollo contemporáneo y a partir del cual muchos viñamarinos se reconocen. Destacan la magnitud de sus dimensiones, volumen,
espacialidad, jardín frontal, diseño arquitectónico, estilo, emplazamiento y escenografía
.
Ángel Cabeza, vicepresidente Ejecutivo del CMN y director de la Dibam, dijo que en términos históricos, es un inmueble en el
cual la comunidad italiana, de importancia en el desarrollo de Viña del Mar y Valparaíso, reconoce un espacio de reafirmación de
su propia historia e identidad, durante la segunda parte del siglo XX
.
Ana Paz Cárdenas, Secretaria Técnica del CMN, destacó que el inmueble es un referente de la ciudad desde el propio momento de su
construcción a principios del siglo XX, en el eje fundacional de la ciudad, siendo uno de los pocos ejemplos de casona
extraordinaria que aún subsisten.