Durante el año 1894, alcanza hasta la localidad, Fortunato Ciscutti, ingeniero de profesión
que se nacionaliza chileno. Al comenzar el siglo XX, ocupa el cargo de Jefe de Obras municipales y,
años después, llega a ser nom-brado
ingeniero consultor
del territorio de Magallanes. Desde
el consejo departamental de Habitaciones Obreras
, impulsa la construcción de viviendas
populares, materializado en un barrio obrero
en 1925. Por su labor en el ámbito del servicio
público, especialmente, desde la Municipalidad de Punta Arenas, es nombrado ciudadano
honorario
.
Hay nombres que hacen historia por sus obras épicas o civiles. Estampan su nombre en plazas,
calles, poblaciones o parajes. Después quedan allí, olvidados. A algunos le quitan el nombre como
el de la plaza del Gobernador Guerrero Bascuñan, que fue destinada para construir el Liceo de Hombres.
En las calles de Punta Arenas abundan nombres de personajes insignes que jamás supieron donde quedaba
esta ciudad austral ni que existía. Quienes trabajaron desinteresadamente por solucionar los problemas
magallánicos, son escasamente recordados en algún acontecimiento semi tradicional. Y éstos sí que han
hecho obra. Su labor es indesmentible.
Fortunato Ciscutti Bianchi tuvo su apodo justo, era La Palanca de Acción Municipal
. Había nacido
en Italia y arribado a Punta Arenas en 1894. De profesión ingeniero. Se nacionalizó chileno. En 1901
fue nombrado para ocupar el cargo de jefe de la división de Obras Municipales y en 1922 amplió sus
responsabilidades al ser nombrado Fiscal o Ingeniero Consultor del Territorio de Magallanes.
Impulsor tenaz de las primeras obras de adelanto y mejoramiento edilicio como: Construcción de edificios,
arreglo y pavimentación de calles, instalaciones de servicios de agua potable y desagüe.
Ciscutti integró el Consejo Departamental de Habitaciones Obreras creado el 14 de marzo de 1919. El 21
de septiembre de 1924 colocaba la primera piedra del barrio obrero en las manzanas 222 y 223, donadas por
la Junta de Alcaldes, población que fuera terminada en 1925.
Por entonces este ingeniero proyectaba el establecimiento de un barrio obrero modelo. También tenía
inquietudes por el petróleo. Fue un impulsor de las tareas municipales y velaba por la labor eficaz del
departamento químico, junto al químico-farmacéutico Marco Davison. Allí analizaron las muestras obtenidas
del subsuelo magallánico. Tenía fe en el petróleo. Había dicho:
No será ahora tal vez, pero algún día el límpido cielo magallánico va a negrear mientras el chorro
triunfal brote de esta tierra de promisión
.
Y estas palabras fueron cumplidas el 29 de diciembre de 1945 cuando el pozo N° 1 de Manantiales ennegreció
ese cielo para iluminarlo luego de dicha y esperanza.
Fortunato Ciscutti Bianchi fue declarado Ciudadano Honorario de Magallanes
por el alcalde Emilio
Salles, quien dijo:
La obra del señor Ciscutti, así resumida, ha sido valiosa y ejemplar, porque demuestra no el interés
de servir a trueque de un sueldo, sino que otorgar su concurso en la forma más amplia posible con miras
sólo a labrar un bienestar para los demás
.
Su labor como funcionario municipal no sólo la cumplía como un deber, sino extralimitaba el horario de
trabajo para aportar sus experiencias al servicio de la colectividad.