Profesional distinguido y uno de los hombres de empresa de mayor relieve en el país. Nació en Primiezo, Italia, el 11 de
Diciembre de 1888. Cursó todos sus estudios secundarios en Trento, y siguió ingeniería en el Regio Politécnico, en donde
recibió su título correspondiente.
.
Primeramente ejerció su profesión en diversos e importantes establecimientos fabriles del norte de Italia. Durante el tiempo
que duró la guerra europea, prestó sus ser vicios profesionales a su patria en el estable cimiento auxiliarlo La Dinamo
,
sociedad anónima para la producción y distribución de energía eléctrica, una de las más grandes empresas del ramo establecidas
en la Lombardía.
Por esta misma sociedad tomó parte preponderante en la construcción de diversas e importantes obras hidro-eléctricas.
El año 1919 abandonó su puesto de La Dinamo
para dedicarse a la atención de los intereses de su familia, cuyas
propiedades habían sufrido enormes perjuicios durante la guerra. En esa misma fecha, el Gobierno italiano lo designó miembro
de la Comisión que estudió los perjuicios ocasionados por la guerra mundial.
Después de pacificada la Europa, el señor Boso Pezza se embarcó para América el año 1921. En Chile ha realizado diversos
estudios de obras hidráulicas, muchos de los cuales se han llevado a la práctica y son hoy obras de gran valor y utilidad para
el desarrollo general de la República.
Entre estas obras pueden citarse, como modelos en su género, la de la Punta del Águila en la hacienda La Dehesa
, de
propiedad de la familia Labbé, y que está calcularla para contener un volumen de agua superior a 4.000.000 de metros cúbicos
y para regar unas cuatrocientas cuadras de terrenos de rulo.
Uno de los trabajos más interesantes ejecutados por el señor Boso Pezza y que todos podemos admirar, es la construcción del
Ferrocarril Funicular del Cerro San Cristóbal, con sus obras anexas, y que es propiedad de la Sociedad Funicular del San
Cristóbal
.
En la actualidad, el señor Boso tiene en estudio diversos otros trabajados de ingeniería, entre los que se distingue un nuevo
funicular más importante tal vez que el ya citado y que sería instalado en el mismo Cerro San Cristóbal. Para Valparaíso
proyecta la formación de una Población Central, dotada de funiculares, grandes obras hidráulicas con fines agrícolas; proyecta
otra planta hidráulica en el río Mapocho, que arrancaría desde el cerro Las Condes: y estudia varios otros trabajos
importantes.
Ocupa actualmente el cargo de gerente de la Sociedad Funicular del San Cristóbal.
Es miembro de la Sociedad de Fomento Fabril
, y es, además, delegado general de la Cruz Roja Italiana en Chile, y en tal
carácter tiene bajo su dirección varias delegaciones más que se hallan distribuidas en distintas zonas del país.
Dirección: Huérfanos 105 9, tercer piso, Santiago
El 24 de noviembre de 1923 se colocó la primera piedra del funicular, que fue instalado por el ingeniero Ernesto Boso Pezza.
El 25 de abril de 1925 lo inauguró el intendente Alberto Mackenna. El recorrido hasta la cumbre es de quinientos dos metros;
la trocha mide un metro y cinco centímetros. El ingeniero Jorge Alessandri recibió la obra, pero, antes de darle aprobación,
hizo probar la resistencia cargando los carros del funicular con sacos de arena y cables de acero. El ingeniero Boso recordó,
en 1975 que
el perfil era difícil, pero hice adaptaciones en el terreno. No tuve problemas durante la construcción. Sólo
adopté medidas especiales para que las piedras no rodaran y fueran a estrellarse contra casas que había en Pío Nono, que era
la única calle que había en ese entonces.
(...) del agua y de montaña' emprendida por el ingeniero italiano Ernesto Boso Pezza que levanta el Embalse Punta del
Águila en La Dehesa para cuatro millones de metros cúbicos, quien además construye y proyecta el funicular del San Cristóbal,
el tranque Orozco en Casablanca y especialmente una gran planta hidroeléctrica para toda (...).
En 1925 se inaugura el que es hoy un Monumento Nacional: El Funicular del Cerro San Cristóbal. El estacionamiento del
funicular se llenaba de estos lujosos automóviles, cuyos ocupantes deseaban utilizar el nuevo juguete de Santiago
El 25 de Septiembre de 1924 se efectuó la inauguración oficial del funicular del cerro San Cristóbal. Se creó gracias
a la iniciativa del intendente Alberto Mackenna.
El Funicular recorre casi 500 metros en un plano inclinado de 45 grados, partiendo desde el Barrio Bellavista.
El funicular cuenta con dos carros, en donde uno de ellos lleva una placa recordatoria que menciona que en ese carro subió
su santidad Juan Pablo II, en el año 1987, cuando se dirigía a celebrar una misa a los pies de la virgen ubicada en la cumbre
del cerro. En un artículo aparecido en el Diario La Tercera, en los próximos años habrá un funicular similar, pero esta vez,
subiendo por la Comuna de Recoleta, hacia la Virgen del Cerro San Cristóbal.
Fue inaugurado en 1925, tiene una estación que lleva al zoológico y otra que llega a la cumbre, tras recorrer poco más
de 502 m y subir hasta 240 m sobre el nivel de la ciudad.
Las estaciones del funicular fueron diseñadas por los arquitectos Luciano Kulczewski y Carlos Landa. Su acceso principal se
conoce como el Castillo de Pío Nono y representa una construcción medieval flanqueada por dos torres(...)
Recorre 520 metros hasta la cumbre y en sus asientos han viajado miles de chilenos y turistas extranjeros e incluso el
Papa Juan Pablo II en su visita al país.
SANTIAGO.- El histórico y tradicional Funicular del cerro San Cristóbal de Santiago cumplió 80 años desde su inauguración.
En sus asientos han viajado miles de chilenos y turistas extranjeros e incluso el Papa Juan Pablo II en su visita al país.
Fue declarado monumento nacional en el año 2000 y está asociado al hermoso paisaje y atracciones del Parque Metropolitano.
Fue mandado a construir por don Benjamín Vicuña Mackenna al ingeniero italiano Ernesto Boso Pezza, formado en el Regio
Politécnico de Milán, gran aporte al país.
El Funicular del San Cristóbal tiene una longitud de 502 metros y llega hasta la cumbre donde está situada la monumental
imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción. Una de sus paradas conecta con el Zoológico de Santiago.
Inaugurado - el gran orgullo de la ciudad en ese entonces- fue, de inmediato, un personaje de Santiago, imagen de la ciencia
triunfal del siglo XX, documentan las crónicas en El Mercurio de Miguel Laborde.
El funicular del San Cristóbal atrajo autoridades y poetas, ingenieros y familias, turistas extranjeros y provincianos.
Por primera vez, un recorrido permitía dominar la visión del valle y la cordillera, los barrios de la ciudad, el río, mirar
la ciudad. Era, según la sensibilidad de la época, un hito que posicionaba a Santiago de Chile entre las urbes civilizadas
del mundo. Y era este italiano, Boso Pezza, el hombre a quien todo se debía. Con respeto religioso, se acercaban los curiosos
a la sala de máquinas, mientras los diarios publicaban crónicas extensas, larguísimas, sobre cada detalle de los modernos
sistemas de frenos del funicular, garantía para evitar alguna desgracia
, escribió Laborde.
El embalse pertenece a la Hacienda Pitama, en él se practican deportes náuticos como el windsurf y el disfrute de sus
aguas en un área destinada para la natación. El embalse se encuentra en un sector de absoluta tranquilidad rodeado de bosques
y a pocos metros de la carretera 68, que empalma con la Ruta F-840. Pitama fue construido por el Ingeniero Industrial e
Hidráulico italiano, Ernesto Boso Pezza, en el año 1929, como una obra de captación de agua y tiene una capacidad de 2.125.000
metro cúbicos que pueden regar hasta 300 hectáreas de plantaciones.
Pocos años después, en 1908, fue inaugurado el monumento a la virgen que a 300 metros de altura bendice la capital.
Hubo romería encabezada por el Arzobispo Metropolitano don Mariano Casanova.
En 1921, se inauguró el casino del Cerro San Cristóbal, que por lo mismo adquirió renovada actividad y vida. Coches y autos
cargados con turistas y alegres santiaguinos disfrutaban cada domingo de la primavera en el cerro o de las estrellas cuando
iban al observatorio de El Salto.
El funicular fue inaugurado el 25 de abril de 1925 gracias a los esfuerzos de un ingeniero enamorado del cerro Ernesto Boso
Pezza.