Retomando el caso del ex–internacionalista que se avecinó en Chile y que anunciamos arriba, llega el momento de centrarnos algo en este
singular hombre. Su nombre era Washington Marzoratti, italiano de origen y de oficio
.grabador
, un trabajo relacionado con el arte de
imprentas, quien llegó a Valparaíso luego de vivir un tiempo en Buenos Aires y Montevideo. Se sabe que en los años 80 estuvo en Argentina,
en 1888 actuó en Montevideo y al año siguiente apareció en este país. En Buenos Aires tuvo una destacada actividad como propagandista libertario,
de hecho, en junio de 1884, participó de la fundación del Circolo Comunista Anarchico
, que también estaba formado por otros 17 compañeros
entre los cuales se encontraba Ettore Mattei (1), Marino Garbaccio y Miguel Fazzi. Aquel grupo difundía periódicos anarquistas
provenientes de Europa, como La Questione Sociale (Florencia y Buenos Aires), Il Paria (Ancona) y Le Revolté (París).
Eran los mismos días en que Malatesta arribó a Buenos Aires, quedándose en la Argentina hasta 1889. En 1888 Marzoratti cruzó el Plata y residió
brevemente en Montevideo, también entregado a la propaganda subversiva. Sabemos que al año siguiente ya estaba en Chile junto a un pequeño grupo
de anarquistas, todos extranjeros, llamados Alfred Müller, Bernard Bouyre, Salomón y Prim. Ellos fueron los chilenos
que enviaron dinero,
como se indicó más arriba, a Le Revolté de París en 1889. En 1896 vemos a Marzoratti viviendo en Santiago y desde allí enviando dinero para el
sostenimiento de los periódicos anarquistas El Oprimido y L´Avvenire de Buenos Aires, este último editado en lengua italiana.(2) Max
Nettlau indicó que Marzoratti será uno de los primeros anarquistas que actúa en Chile
.(3)
Se sabe que otros anarquistas llegaron a Chile aunque no los hemos podido identificar en El Oprimido.(4) A quienes si hemos podido hallar es
a los miembros de la familia Strappa de Valparaíso. La primera referencia a ellos es de María Isabel que figura como una de las suscriptoras de
El Oprimido en septiembre de 1893. Años más tarde (1899), desde el mismo puerto, dos anarquistas, uno de ellos con ese apellido y el otro
Zandroni, envían a Buenos Aires 20 pesos (una gran suma para la época) para ayudar a La Protesta Humana, L´Avvenire y para que se
editasen folletos y almanaques.(5) En 1900 y en la misma ciudad otro individuo de la misma familia (o tal vez uno de ellos) se instaló con un taller
de muebles artísticos (Calle Victoria 334). Taller cuyos avisos aparecieron en La Antorcha, publicación porteña socialista y libertaria.(6)
Seguramente los Strappa, el mentado Zandroni y ciertamente Marzoratti, debieron tener más de alguna relación efectiva con el primer periódico
anarquista de esta Región, con la publicación que a continuación intentaremos caracterizar
Il Socialistay
El Obrero Panadero. Organizó, junto a Malatesta, el gremio de panaderos de la capital argentina. Luego participó de los primeros años de la FORA. Zaragoza, op. cit, p. 82; Ricardo Accurso,
Un anarquista italiano en la Argentina del siglo XIX: Errico Malatesta. También Abad de Santillán, op. cit., p. 32 y 33.
Sottoscrizione Volontaria. Santiago di Chile, L´Avvenire, Buenos Aires, 22 de noviembre de 1896.
Viaje libertario a través de la América Latina (Parte I), Reconstruir, V. 76, enero-febrero 1972, Buenos Aires, p. 39 y 40.
Movimiento Social. De Rosario Santa Fe, La Protesta Humana, Buenos Aires, 7 de septiembre de 1901. También por estos días se avecinó en Magallanes el anarquista italiano Juan Demarchi. Ver El Surco, N° 23, enero-febrero 2011, Santiago.
(5)Desde Valparaíso, La Protesta Humana, Buenos Aires, 26, marzo, 1899.
(6)Strappa y Cia, La Antorcha, Valparaíso, 22 enero, 1900.
Anarquismo en Valparaíso. (1889-1897)
Otra famosa publicación que a esas alturas tenía también contacto con libertarios en este país era Le Revolté (1887-1894), dirigido desde
París por Jean Grave. Periódico que entonces tenía una tirada de 7 mil ejemplares y agentes por todo el Orbe. Desde Chile, por ejemplo, le
enviaron en 1889 una suma de dinero para sostenerlo por medio del belga Emile Piette, otro famoso anarquista que residía entonces en Buenos
Aires. Además, algunos libertarios criollos estaban suscritos al periódico parisino.
Con Argentina los nexos fueron tempranos mediante la comunicación con El Perseguido (1890-1897), órgano de los anarquistas contrarios a
las organizaciones gremiales. Sin ir más lejos, sabemos, por medio de Peter DeShazo, que sus primeros números llegaron a los simpatizantes
anarquistas de Valparaíso y que en 1891 existió un corresponsal porteño para El Perseguido que fue informando a Buenos Aires de la Guerra
Civil chilena de aquel año.