Funda una
fábrica de sedas
para lo que importa desde China gusanos de seda. Después, abandona
este rubro y se dedica a la elaboración de licores, instalando una destilería. En este recinto elabora un
conjunto de bebidas, usando una gran variedad de hierbas. Destaca el afamado Bitter
1.
En Presencia italiana en Chile. Baldomero Estrada. Editor, Valparaíso, Eds., Universitarias de Valparaíso, 1993, págs. 109-110, pág. 108. Y este autor citando a la Camera Italiana di Commercio. Il Cile e gli Italiani del Cile (Valparaíso, 1924), sostiene que esta industria se fundó en 1907 y se inició en la calle San José (hoy inexistente) para trasladarse en la década de 1920 hasta la calle Yungay en donde permanece hasta hoy.
Origen y desarrollo de la Colonia Italiana en Valparaíso: 1850-1914.pág. 32.
Don Virgilio Brusco Castagnino, quien llegó al puerto de Valparaíso, proveniente de Génova, sería el
fundador de una de las fábricas antiguas de Valparaíso.
Su historia no es muy diferente a la de los otros inmigrantes italianos que arribaron a Valparaíso a
principios del siglo XX.
Al pasar los años, Don Virgilio logró asentarse e instaló una destilería en la cual se fabricarían los primeros
licores según las tradiciones europeas. Y hoy, por tercera y cuarta generación se conserva la misma forma de
elaboración de licores, los cuales están basados principalmente, en hierbas maceradas.
El proceso de fabricación de los diferentes licores comienza con la selección de hierbas, raíces, flores,
cortezas, entre otros. Todo a fin de ser usados según sea su proceso de extracción de los principios activos
de las plantas y sus sabores, hasta la mezcla y posterior decantación y clarificación.
Las primeras actividades comerciales comenzaron por el año 1907, y se ubicaron en otros sectores del puerto.
Desde su antaño, la fábrica de Brusco se hizo conocida en la región. En el año 1910 recibió su primer premio
por un Vino de quina
, el cual fue elaborado con la corteza de un árbol y fue expuesto en la Exposición
Industrial de Valparaíso.
Luego en 1911, Don Virgilio decide volver al continente europeo y lleva consigo un producto elaborado por el
mismo, Fernét. En Italia participa en la exposición internacional de Torino. La idea era dar a conocer productos
elaborados en Chile bajo la tradición europea. El licor fue premiado y volvió de inmediato con su Fernét y con
la seguridad de que su producto chileno fuera acogido y aceptado por sus pares europeos.
Con la seguridad de hacer un buen producto vuelve a Chile casado y con la esperanza de un futuro promisorio.
En 1918 levanta un edificio en el que hasta hoy aloja la fábrica y sus antiguas recetas.
Hoy sus antepasados han dado a conocer este negocio de pasión familiar, el cual ha sido capaz de transformar
yerbas, frutos, cortezas y raíces en exquisitos licores, en los cuales se confunde los aromas y sabores que
nos entrega la naturaleza y que son cuidadosamente (…)(Lo que sigue está ilegible).