Este puerto se ubica a mitad de camino entre Arica e Iquique y, por ello, durante la época del boom salitrero,
adquirió un importantísimo rol en la exportación del oro blanco
.
Según el testimonio del viajero William Howard Russell, Pisagua es un Iquique en miniatura
. Hacia 1890 y,
de acuerdo con la descripción que efectúa este viajero, Pisagua cuenta con un sector escarpado, por donde ascienden y
descienden los trenes que desde la pampa se dirigen en busca de las bodegas ubicadas en la estación del ferrocarril. Y
en la bahía encontramos una treintena de barcos. Finalmente, agrega que las casas del puerto están ubicadas siguiendo la
línea de costa, mientras las tiendas se encuentran abarrotadas de ropa lista para su uso, implementos agrícolas, fuentes
de soda, dos bancos comerciales, oficinas comerciales y bodegas al pie del cerro. El ferrocarril corre a la americana
a través de la calle. En tanto que, los nombres de las tiendas son alemanes, italianos, ingleses.
Por su parte, también hacia 1890, Francisco Risopatrón describía la bahía de Pisagua en los siguientes términos:
mide como seis kilómetros cuadrados de capacidad y ofrece abrigo contra el primero, segundo y tercer cuadrantes. Su
tenedero es bueno, pero las fuertes rachas de los cerros, en el verano, obligan a los buques a fondear a dos anclas, con
la proa al Sur. Fuera de la bahía, los vientos soplan siempre con poca fuerza. La bahía es profunda, con fondo de piedra
en gran parte. El mejor fondeadero se encuentra al SE., en 40 a 45 metros de agua
.
Durante los primeros años del siglo XX, será el tercer puerto de Chile, después de Valparaíso e Iquique.
Al comenzar la última década del siglo XIX, en el puerto de Pisagua, figura un importante contingente de inmigrantes
italianos ejerciendo las más diversas actividades. Basándonos en la Guía o Diccionario General del Comercio e Industrias
de Chile, para los años 1892 – 1893, cuyo autor es Francisco Trocelli, encontramos que los súbditos itálicos controlan
alrededor del 40% de los denominados almacenes de mercaderías surtidas y abarrotes
. Encontramos a Manuel Bozzano,
Nicolás Cafferata, Luis Denegri, Pedro Perfetti, Juan Solari y la sociedad de los hermanos
Cavagnaro. Posee una boticas
Juan Benedetti y otra en sociedad con un sujeto de apellido Toro. Digno
de destacar que sólo existe otro establecimiento del rubro en el puerto.
Finalmente, con la denominación de baratillos
» descubrimos a cinco italianos. Ellos son: Manuel Buchi,
Nicolás Capino, Atilio Porsile, Luis Solari, Miguel Tagliaboe y Baldovino Victorino. Los
locales en manos de peninsulares, representan, aproximadamente, el 10% de todos los comercios situados en bajo esta
denominación.
Origen y desarrollo de la Colonia Italiana en el Norte Grande de Chile: 1850-1918. Capítulo. La Colonia Italiana en Pisagua (1850-1918).