Farinelli, Vanoni y Cía
Hemos visitado la fábrica que gira bajo la razón social Farinelli, Vanoni y C.ª, sin el propósito de consagrarle la
atención que las anteriores habían merecido de nuestra parte, por considerarla menos importante que aquellas, gracias
a ciertas referencias que se nos habían dado; pero después de haberla visto y de haber estudiado sus procedimientos de
fabricación y su importancia productiva, cambiarnos un tanto de parecer.
La casa de los señores Farinelli, Vanoni y Cía, sita en la Alameda de las Delicias: número 407 (edificio contiguo al de
la importante fábrica de jabones y perfumes de Gogkel y Cª), posee una buena instalación y produce anualmente no menos
de 25.000 cajones de licores que comprenden cerca de 100 clases.
El negocio principal de dichos señores no es precisamente la destilación de licores, sino la venta al por mayor de
artículos del ramo, vinos, aceites, etc., de que son agentes o eonsignatarios exclusivos.
Reciben y expenden productos de la acreditada marca de cognac Julio Bellot y C.ª y tambien son agentes del afamado pisco
de Luis Hernández, de Elqui.
Antes de entrar a la fabricación de licores en grande escala, fueron dueños de almacenes de abarrotes y provisiones, en
las calles Alameda, esquina de San Antonio, y Veintiuno de Mayo. En 1890, al trasladarse al extenso local que hoy ocupan,
implantaron su industria de destilación, por iniciativa del señor Natalio Farinelli, gerente de la casa, que es al propio
tiempo propietario de una viña en San Bernardo, la cual produce al año 10.000 a 12.000 arrobas de vino.
Un escrupuloso fabricante de licores finos, el señor Angel Ricci, se puso al frente de la destilería y ésta comenzó
desarrollar sus productos en el mercardo sin contratieinpo alguno.
El señor Ricci continua a Ia fecha dirigiendo la fabricación, y el movimiento que esta observa es cada vez mayor.
La destilería tiene una instalación bastante completa, en la cual figura un alambique rectificador donde sufren una nueva
depuración todos los alcoholes rectificados que compra o importa la casa.
La base de la fabricación se compone de extractos vegetales perfectamentes libres de toda mistificación o materias
extrañas.
Los señores Farinelli, Vanoni y Cía., no emplean los pastorizadores para envejecer sus productos. Dejan a la acción del
tiempo esa tarea.
El aspecto de la fábrica y de sus depósitos y almacenes previene favorablemente el ánimo del observador. Se nota en todo
lo que allí existe orden y esmero, arte distributivo y mucha pulcritud.
El señor Natalio Farinelli conoce la industria licorera y observa un laudable criterio en sus fabricaciones; es concienzudo
y rehusa todo procedimiento artificial que pueda reportarle beneficio a trueque de que sus licores sean objeto de opiniones
desfavorables.
En la actualidad se halla trabajando en compañía de dos de sus hermanos, pues el señor Vanoni, su antiguo socio, falleció
en Europa hace algun tiempo. La desaparición del señor Vanoni dará por resultado necesariamente una reforma en la razón
social de la casa.
La fábrica de que nos ocupamos da trabajo a veintitantos operarios, todos chilenos, y arroja un movimiento de caja anual
superior a 150.000 pesos.
Las importaciones de la casa y su comercio especial de vinos dan un movimiento medio de 300.000 a 400.000 pesos al año.
En suma, los señores Farinelli, Vanoni y C.ª, después de 12 o 14 años de contracción al trabajo, pueden ya ser considerados
como hombres que han sabido conquistarse una posición holgada y asegurar un envidiable porvenir.