Nace La colonia italiana en Santiago del Nuevo Extremo
Segunda Mitad del Siglo XIX
Al comenzar 1824, la cantidad de extranjeros residentes en la capital de la república es escasa. Encontramos un fabricante
de tejidos de origen suizo, un elaborador de licores de nacionalidad inglesa, un talabartero francés; seis plateros, cuyas
nacionalidades se reparten entre los franceses y los norteamericanos; tres maestros sastres ingleses y dos sujetos dedicados a
la botería
, uno inglés y el otro alemán. Es decir, apenas catorce extranjeros, de ellos la mayoría son británicos. De
acuerdo con lo consignado por la viajera inglesa María Graham, la mayoría de sus compatriotas residentes son muy vulgares
;
inclusive, algunos de ellos viven aprovechándose de la ingenuidad de los chilenos. La excepción la constituyen Diego Bernard que
deja descendencia en Chile y un tal Mr. C., personaje que no identifica.
Presencia italiana en los albores de la república: pintores, músico y líricos
Pero no sólo llegan al país comerciantes y artesanos. Hacia el tercer decenio del siglo XIX, un importante número de artistas
plásticos europeos, especialmente, pintores visitan Chile.
Camilo Domeniconi
Entre ellos ubicamos a éste retratista que en palabras del escritor Blanco Cuartin No era pintor; sólo un joven de letras (...)
apasionado y bello como todos los italianos
. Al principiar 1830, reside en Santiago y posee un taller ubicado entre las
calles Ahumada y Compañía, casa que habita junto con el arquitecto y dibujante Pedro Dejean.
Camilo se transforma en un pintor de moda y a los cinco meses de su llegada, el estudio se hace estrecho para contener al señorío
santiaguino que desea eternizar sus formas mortales. Ostenta el mérito de ser autor de uno de los últimos retratos en vida de
Portales. Después de ocurrir el asesinato, el gobierno le encarga pintar otro. Esta tela es de composición neoclásica y en ella el
ministro posa de cuerpo entero. Esta obra es donada por su propietario Víctor Eyzaguirre al Estado en 1877. Lamentablemente, esta
pintura se ha perdido definitivamente, destruida durante el bombardeo al Palacio de La Moneda, en septiembre de 1973. Este artista
nace en Roma, alrededor del año 1800, donde estudia arte. Abandona Chile en el verano de 1838. No obstante, continúa vinculado con
el país, puesto que el gobierno lo nombra cónsul honorario en la ciudad eterna, desde 1851 y hasta su muerte en 1860.
Hacia 1835, constatamos la presencia del pintor José Origoni, quien un año antes abandona Montevideo para establecerse en Buenos
Aires. En esta ciudad, publica un aviso en La Gaceta Mercantil donde ofrece enseñar la pintura sea en aguazo o al olio sobre
papel, lienzo o terciopelo bajo el nuevo método conocido en toda la Italia y Francia con el nombre de pintura oriental y
chinesca.