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Colonización en la Nueva Frontera

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Colonización en la Nueva Frontera

El punto de partida para iniciar la colonización extranjera en el sur de Chile, está dado por La Ley de 1845 que permite repartir lotes de tierras fiscales a colonos nacionales y extranjeros que ejerciendo alguna industria útil, quisieran establecerse en el país, con el ánimo de avecindarse en él y, para ello, el Estado le brinda apoyo materializado en útiles, herramientas y semillas y animales. Con este marco legal y la acción directa del Estado que fomenta la colonización con extranjeros, en 1846, se concreta la colonización alemana en las regiones de Temuco, Valdivia, Osorno y Llanquihue. Se estima que hasta 1920, alrededor de 5.500 alemanes vienen hasta los territorios de la nueva frontera.
Es posible sostener que hasta la década de los años ochenta del siglo XIX, se han establecido en La Araucanía alrededor de 7.000 colonos europeos procedentes, especialmente, de Suiza, Francia y Alemania. El proceso continúa de manera acelerada, de tal forma, que entre 1883 y 1890, se colocan en práctica siete temporadas de colonización, mediante las cuales alcanzan al país un total de 6.940 inmigrantes, emplazados en doce colonias. Cabe hacer notar que, entre las nacionalidades, la presencia de italianos es ínfima.
Así, por ejemplo, a partir de 1888, llegan a la ciudad de Lautaro, 95 familias de distintas nacionalidades, sumando alrededor de 400 individuos. De ellas, sólo 4 familias proceden de Italia, vale decir, apenas, 17 personas.
Los siguientes son algunos de los colonos asentados en la región: Juan Ribet, 20 años; Pedro Chista, 25 años; José Chista, 23 años; Armando Spirito, 24 años; Sebastián Mónaco, 36 años; y se agrega su familia integrada por tres personas; José Savau y Gregorio Franchino; Antonio Massi, 45 años; y su familia de tres miembros; Antonio Fringuelli, o Tringuelli.
Por su parte, Sergio Venegas en su obra, nos brinda información referida a la ubicación de las 23 colonias europeas, existentes en La Frontera. Destacando que en muchas de ellas no existe presencia de súbditos italianos. Solamente es probable encontrar algunos peninsulares en la Colonia de Chanco: Jerónimo Servanti; en la Colonia de Dumo, figura el matrimonio formado por José Laroca y María Marsini; en la Colonia de Ercilla, aparecen Emilio Massera, viviendo en este territorio desde 1884 y; Juan Bautista Salvi, afincado allí desde marzo de 1886. En la Colonia de Freire, están Nicolás Baltiari que vive allí desde noviembre de 1900, de oficio zapatero; Luis Benelli, residente desde enero de 1901; Juan Biava, residente, también, desde enero de 1901; Cipriano Migliardi, residiendo desde mayo de 1900; y Alfonso Taito, que vive ahí desde agosto de 1900, de oficio sastre. En la Colonia de Galvarino, aparecen Pedro Droghero, residente desde febrero de 1886; Emilio Dupertino, presente desde 1887; José A. Jovenalli, viviendo allí desde 1886 y Pedro Robert, habitando desde 1886. En la Colonia de Lautaro, localizamos a José Brusgogne, morador desde 1890; José Chiesta, vecino desde 1889; José Germannetto, habitando desde marzo de 1890, de oficio cultivador; Pedro Glassier, residente desde febrero de 1890; Antonio Massi, afincado desde abril de 1890; Sebastián Mónaco, colono desde marzo de 1890; Juan Ribet, habitante desde abril de 1890; Armando Spiritu, afincado desde marzo de 1890, de oficio sastre y Antonio Volpy, asentado desde abril de 1889. En la Colonia de Purén, des-taca el italiano Pedro Rougier, que se establece en marzo de 1886. En la Colonia de Quillem, ubicamos a Pablo Molinari, que arriba al lugar en marzo de 1886 y es de oficio armero.

Fuente: Carlos A. Díaz Gallardo. Italianos en Chile. Historia de una Inmigración.